martes, 27 de abril de 2010

Padre e Hija



Father and Daughter es un corto animado de Michael Dudok de Wit, cuyo tema escencial es la nostalgia y amor infinito de una hija por su padre.
Me lo encontré por ahí, justo hoy que me recordaron que hay otros amores que son finitos, cortos, pasajeros, condicionales...
A tres años de tu partida, sigo acudiéndo a esa cita imaginaria, a la orilla del mar, del río, del lago de mis sueños, buscándote en mi recuerdo y esperando tu consejo, como lo haré siempre. Tu rostro me devuelve tu mirada congelada en el tiempo cada vez que me siento frente al monitor (al lado está tu foto)...Ya viste el tatoo que se hizo el gracioso de tu hijo? De terror.
Viste que lindos crecen tus nietos? Lari no quiere venir a visitar este verano porque le dá miedo volar solita ese montón de horas...Ojalá viniera...A ella y a Fabi les haría muy bien. Supiste que ya no cuelga tu retrato en la pared? (por cierto, nunca me gustó esa pintura, creo que no se te parecía mucho).
Me pregunto si también desaparecieron tus fotos...y tu recuerdo?
Pero aquí permaneces. Per ma ne ces, único e irremplazable. Nos vemos cuando me toque cruzar a mi. Te amo.

Premios: Independent Film Award, Ottawa International Animation Festival, 2000; Grand Prize, Cinanima Animation Festival, 2000; Grand Prix Narrative Films, Holland Animation Film Festival, 2000; and Best International Animated Film, Clermont-Ferrand Short Film Festival, 2001

jueves, 22 de abril de 2010

Mi propio Ensayo sobre una Ceguera

 Escena de la Ciudad de los Ciegos de Fernando Meirelles basada en el Libro de José Saramago "Ensayo sobre la Ceguera"

Durante los carnavales de este año tuve el infortunio de ver por Youtube,  a través de un enlace de Facebook, escenas espeluznantes de las hordas de antisociales y delincuentes que se han apoderado de las calles caraqueñas, en plena "fiesta malandril, " lanzándose, el uno al otro y al resto de los desafortunados transeúntes, botellas, latas y otros objetos en lo que otrora fuera un espacio dónde aún recuerdo, el caraqueño podía ir de compras o disfrutar de un café y/o una buena tertulia al aire libre, entre otros placeres de la civilización citadina. Iban borrachos, drogados? o simplemente licenciados por un ser que insiste en llamarse Líder y Gobernante de un país? Ese ser, les dá clases todos los domingos en cadena nacional de radio y televisión, de cómo comportarse en una sociedad, que algunos han dado por llamar bipolar, yo la llamo maníaco-depresiva, neurótica y hasta esquizofrénica. La idea es creerse más que los demás, ungirse de poderes transferidos por héroes malhabidos (porque no le corresponden), mentirse a si mismo y a quien lo oiga compulsivamente, culpar a otros, a quienes llama enemigos, de todo lo que en realidad es culpa suya. El tipo secuestra al país y lo vuelve una república bananera. Su haciendita privada con la que hace lo que le dá la gana. Sus súbditos, quienes nunca se interesaron realmente por mas nada que no fuera una fiesta, un juego de béisbol, un cambur, o cualquier otra señal de pan y circo lo escuchan embobados y le aplauden sus ridiculeces y disparates mientras el mico les tira sardinas para que lo sigan aplaudiendo y así el poder sentirse mas chévere, mas poderoso, mas cool. Este ser, le regala el país a pedacitos a otro fracaso. Ayudando así a mantener viva la mentira de otro par de dictadores en una isla de Caribe. Quien dijo que moral y luces son nuestras primeras necesidades? no fué Simón Bolívar? Pan y circo parecieran ser las únicas necesidades del pueblo venezolano, porque no sólo se niega a ver la envergadura de la decadencia en la está sumida la otrora patria en vias de desarrollo (hoy sólo el pozo sin fondo de Chaburro, teta de dólares para todos los mamones que hoy chupan de ella), sino que se hace cómplice de la debacle, con su silencio y su miedo a ser parte de un PAIS de ciudadanos. Ese pobre pais, se parece cada vez mas a la ciudad del libro de Saramago, porque mas de la mitad de sus habitantes se sientan a esperar que llegue alguien con un perro guía y un baston, mientras los otros ciegos los someten con su vileza e ignorancia para quitarles hasta la dignidad.

Oposición y Desafío Vs. Amor y Paciencia


Su primera palabra fue: NO. Su segunda palabra fue: NEIN, que es lo mismo, pero en alemán. Mi angelito me reta constantemente desde que nació. Vino al mundo en un parto difícil y extremadamente largo... del que nunca quiero acordarme. A pesar de la incompetencia médica, mi hijo luchó como un campeón durantes sus primeros minutos de vida, para quedarse con nosotros. Gracias a Dios. Desde bebé atento, con los ojos muy abiertos, fascinado por el mundo. Se arrastraba con pocos meses por el piso, no quería que lo tuviera cargado por mucho tiempo, estaba apurado por aprender a moverse solo. Casi no gateó y a los 11 meses ya caminaba, digo corría y no paraba aunque tropezara y se diera de zopetón con todas las paredes y muebles de la casa. Sigue así. Y no entiende de reglas, porque le parecen injustas; no entiende de autoridad, porque quiere gobernarse solo; no entiende de obediencia, porque quiere hacer lo que le dé la gana. SIEMPRE. No hay día sin discusión agotadora, no hay instrucción que él siga sin que se repita al menos 4 veces, la última siempre en tono amenazador. No hay razón sin explicación exhaustiva. Su respuesta a todo sigue siendo NO.
Mis canas se quintuplican con cada año de mi hijo. Habla hasta por los codos, grita por cualquier cosa que se salga de sus expectativas, llora si algo no le sale como el quiere. Vive frustrado consigo mismo, se deshace en ataques de ira e impotencia. También en la escuela. Las quejas de las maestras abundan, los amiguitos escasean. Yo lo amo infinitamente y lucho por aprender a comunicarme con el para poder ayudarlo a aprender a comunicarse con el mundo. Pero la mayoría de las veces me encuentro con una pared. El es muy inteligente y muy manipulador, y si no fuera por sus arranques y rabietas sería el niño más perfecto del mundo. Yo lo amo con locura. Pero mi incapacidad para ayudarlo me desespera, y no hay teoría de enfermedades conductuales que no me haya leído. Confiando en la última terapia ocupacional me arranco las canas esperando que un dia mi niño me diga, SI MAMI, SI.

martes, 13 de abril de 2010

Chicharrón y Sopa de Pez-cado


Dos largas semanas de descanso y de silencio. Me pican los dedos por escribir ALGO. Que me perdonen los que esperaban que hiciera una detallada bitácora de mi reciente viaje a Tailandia, porque no hay muchos detalles que referir. El largo viaje fué via Singapur a Koh Samui, una isla Tailandesa al sur de Bangkok. Me habría gustado un lugar más interesante, como Bangkok, pero la idea era DESCANSAR, así que estuvimos quasi-clavados en el hotel durante dos semanas disfrutando del dolce far niente, es decir, de la flojera en su máxima expresión. El nombre de esta entrada se lo debemos a las dos cosas más dignas de mencionar de nuestra aventura a esa islita verde, húmeda y extremadamente calurosa: La insolación sufrida en mis asentaderas (ergo Chicharrón) y la mayor cantidad de peces que he visto juntos en toda mi vida (sopa de pez-cado), ambas situaciones acaecidas el mismo dia durante un paseo a una isla vecina en el que mis posaderas (léase: nalgotas) me mantuvieron a flote durante dos horas en las que me entretuve descubriendo la vida marítima de las aguas del sureste asiático. El chicharrón fué el resultado de la escasez de protección solar restregada en mi trasero y la cantidad de horas que éste pasó expuesto a la inclemencia del sol en esas latitudes. No pude sentarme en tres dias y lo que sobró del fresco chicharrón es una tocineta gruesa y oscura con textura de cuero como el de los elefantes que tuvimos la fortuna de montar en la selva durante el mismo viaje. La sopa de pez-cado estaba bien caliente (temperatura del agua 30 C!), y la variedad y cantidad de seres, incluyendo unos corales nunca vistos, más toda la familia de Nemo, además de sus panas, incluyendo a un pequeño Bruce de metro y medio (para los que no vieron Nemo, Bruce es un tiburón) que nos revoloteó largo rato, me dejó soñando con una reecarnación como Ariel, la Sirenita. Lo que no puedo dejar de mencionar es la maravilla del servicio que recibimos, la calidad de las instalaciones en las que nos hospedamos, y la amabilidad sin límites de los habitantes de la isla. Regreso a casa de ese verde y azul exquisitos a un gris plomo insoportable. Pero con las baterías (y las nalgas) cargadas de sol (además de kilos). Nota al margen: De todas maneras no he visto mar mas hermoso, ni agua mas cristalina que de la nuestro Mar Caribe, especialmente las playas de nuestros Roques e islas aledañas (Blanquilla, Tortuga, Testigos).