sábado, 30 de noviembre de 2013

El Coleccionista


De mis Crónicas de Amor en el Exilio (ver entradas anteriores)...


Ricardo colecciona pantaletas.

Me pregunto que sensación le produce verlas acumularse en la gaveta de trofeos.
Me pregunto si se cree las mentiras que utiliza para obtener cada ejemplar de su colección.
La penúltima le costó la mas cara de las mentiras, esa que nos metieron a las niñas en la cabeza con el montón de cuentos de hadas que nos hicieron leer: la del gran y verdadero amor.

Tanto repitió el estribillo de la cancioncita y del bolero, tanto releyó el guión de aquellos cuentos falsos, que la penúltima de sus víctimas terminó por tragárselo completo: el cuento, el estribillo, el invento de los hermanos Grimm. Las pendejadas esas de Corin Tellado y Delia Fiallo...No le hacían falta para la obtención de la pantaleta, pero Ricardo esta vez quería mas. Quería un corazón. El reto: reventar la certeza de su víctima de turno tratando de convencerla de que el amor existe en la vida real.

Me pregunto qué alimenta la compulsión de Ricardo. Si es el uso y abuso de la víctima lo que le causa mas placer...

Estremece ver el desastre que va quedando por donde va pasando el huracán de sus muy perfeccionados encantos: orgullos heridos, corazones rotos, verguenza, miedo, rabia, dolor e impotencia...y por supuesto, la confirmación del secreto a voces que es la naturaleza masculina...

A mis cuatro gatos les pido disculpas si los ofendo con la comparación que no escribo pero que cruza mi cabeza.

A mis gatas les confirmo, que cualquiera sea el epíteto que pase por sus cabezas al leer esto, si, ese aplica, y ese otro, también.

viernes, 29 de noviembre de 2013

Seré mi Propia Rosa.

Gustav Klimt, Tears

"Son muy bellas, pero están vacías y nadie daría la vida por ustedes. Cualquiera que las vea podrá creer indudablemente que mi rosa es igual que cualquiera de ustedes. Pero ella se sabe más importante que todas, porque yo la he regado, porque ha sido a ella a la que abrigué con el fanal, porque yo le maté los gusanos (salvo dos o tres que se hicieron mariposas ) y es a ella a la que yo he oído quejarse, alabarse y algunas veces hasta callarse. Porque es mi rosa, en fin."
"Y volvió con el zorro:
- Adiós -dijo el zorro-. He aquí mi secreto, que no puede ser más simple : no se ve bien sino con el corazón; lo esencial es invisible para los ojos.
-Lo esencial es invisible para los ojos -repitió el principito para acordarse.
-Lo que hace más importante a tu rosa, es el tiempo que tú has perdido con ella.
-Es el tiempo que yo he perdido con ella... -repitió el principito para recordarlo.
-Los hombres han olvidado esta verdad -dijo el zorro-, pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Tú eres responsable de tu rosa...
-Yo soy responsable de mi rosa... -repitió el principito a fin de recordarlo." 
Antoine de Saint-Exupéry

Me pides un cuento de Navidad y no hay material en ninguna de mis células para escribir algo como eso. No sé si despertar de un sueño o de una pesadilla porque a veces es una cosa y a veces la otra. Y no sé si seguir en ellos o buscar una realidad que pueda modelar en mis manos como la arcilla en mi mesa.

Luego de tanto pensar he decidido por lo último. Porque mis lágrimas son de oro y no debo derramarlas asi, porque si. Demasiado valiosas para dejarlas correr por mis mejillas, por las flores que nadie me trajo...como dice aquel poema anónimo, debo hacerme experta en plantar mi propio jardín, aunque las dos hortensias las hayas sembrado tu. La hortensia azul es el amor que creo y la hortensia rosada es el que es. La azul sobrevivió el otoño orgullosa y volverá en primavera mas fuerte de lo que se fué. Tengo dudas respecto a la rosada. Cuando la podé estaba llena de huecos hechos por gusanos hambrientos...

Como yo...
Esa hortensia me recordó a mi misma hoy y los gusanos tienen nombre, apellido y procedencia...y estoy tan cansada de servirles de alimento...muy cansada...porque nunca serán mariposas. Son veneno.

Me desnudo y escribo asi. Con los pechos sobre el teclado respirando el aire que les niego, siempre encerrados en un sostén. 
La libertad se escribe sin ropa.
Con un trago en la mano y una canción de aire en el fondo de color azul con estrellitas
Y no me fumé nada

No levantaré la voz, estoy tan cansada, tan cansada...tan pero tan cansada...
Tampoco diré nada mas
La arcilla me espera en la mesa, las pinturas en el closet...
Lo demás es posible desde el piloto automático.

Ni una lágrimas mas, ni una lágrima mas. Por ninguno de muchos de tantos de todos. Ni por mi...

Floreceré en primavera. En mi propio jardín, en las flores plantadas por mi. Seré mi propia rosa.