domingo, 16 de noviembre de 2014

Te Conozco, Bacalao...

Frustration. Babblebabble
1. El bacalao: un lomito con sal, limón y mantequilla, envuelto en aluminio y para el horno.
    El desposado ofrece ayuda en la cocina.
2. Los hongos: Shiitake, Austern y Kräutlinge: rebanados. Aceite de oliva, ajo picado, tocineta en mini pedacitos, listos para el Wok. Son para la cena. No quiero cocinar de nuevo en la noche.
    “Yo los hago,” dice el susodicho y los lanza al wok con sal y jode 15 minutos porque no consigue la pimienta. Le saco la pimienta y el molinillo, pero no lo sabe usar y le echa la culpa al molinillo.
3. El pulpo: hierve en la olla de presión.
4. Los langostinos: se maceran en ajo, sal, aceite de oliva y un chile.
5. Las bananitas del postre con canela, clavo, azúcar morena y ron…Se derrama la olla y ya me imagino raspando la costra de la superficie de vidrio de la cocina con placer infinito, pensando en mi suegra.
    No ayuda, el desposado estorba.
6. Las vainitas dulces con las zanahorias, al vapor, sin ciencia. Ahi van.
7. El bulgur con la quinoa, ají dulce y aceite de oliva.
    No le gusta. No lo quiere.
        Qué es todo esto? Qué vamos a comer? Cuál es el plan? El desposado rebana pan de centeno para los hongos. “Less is more.”
8. Agrego el vino a los hongos, y al bacalao.
    Y esa carne? Pregunta el desposado.
        Es para la semana. No quiero pasar por la cocina durante la semana. Por eso la hago hoy. Tomates secos, ajo, alcaparras, aceitunas…Insisto en tratar de disfrutar de la alquimia con mis ingredientes, trato de adherirme al “plan.”
9. El apetito se extingue. Las ganas de servir y preparar el “gran almuerzo” planeado se consumen y se queman bajo la olla de las bananitas, se vuelven costra de azúcar quemada.
10. Pero es que tenías idea de lo que ibas a servir?
    Yo sí. Lomillo de bacalao sobre bulgur con quinoa, adornado con un langostino y vainitas con zanahorias para el almuerzo. Las bananas de postre.
    Cacerola de hongos con pan para la cena.
    El pulpo iba con aceite, paprika y ajo para la nevera como antipasto para la semana. La carne, idem.

No hay plan que aguante tanto saboteo.

11. Hongos con bulgur (para mi), con pan (para ellos), en el almuerzo. Las bananas de postre. La cena no me interesa. El bacalao está frío. Los langostinos crudos en la nevera, el pulpo cocido inerme sobre una tabla de cortar. La salsa para el bacalao (aceitunas, alcachofas, vino blanco, etc) me mira de reojo desde una esquina. Los vegetales se pasaron de candela. La carne se salvó.

Pregúntenme dónde quedaron las ganas de volver a la cocina.
   

viernes, 7 de noviembre de 2014

Fragmentos de Una

 Madame Ovary collage, Richard Russell, 2008

1. El desposado la arrebató esa mañana, de los brazos de Morfeo, justo cuando el ascensor en el que ella subía, abría sus puertas en el piso tres de una torre de vidrio. Al otro lado de la puerta estaba él, un-otro, sentado en una mesa de vidrio, fabricando palabras de vidrio.
Ella trató de escabullirse del ataque matutino y permanecer allí, mirándo a un-otro. Pero fué inútil resistirse al desposado, así que decidió traer a un-otro de la mano, de su sueño a su cama, que fuera él, el que en vez de despertarla bruscamente, la mantuviera allí, como mitad dormida y mitad despierta, pero con él.
Y que nadara en ella, en vez de poseerla; que la besara larga y religiosamente, en vez de ignorar sus negativas.
La embestida del desposado fué entonces sueño en vez de pesadilla y ella fué feliz imaginándo que era un-otro dentro de ella y después también, al reposar su cabeza sobre su pecho transparente y no en la almohada. Quedarse dormida de nuevo en su pecho de agua de mar, de vidrio.
Sus palabras de cristal guardadas en su vitrina.

2. Se desarma y arma como rompecabezas. Se desangra por el vientre roto, se desangra por las heridas abiertas. Se desmorona y fluídifica. Se derrite en el estanque, se confunde con la lluvia y regresa con ella. Her soul and her body weep. The signs repeat themselves. Pero no hay rendición. La lucha sigue. La paz está cerca, de una manera. O de otra.

3. Hay mil maneras de huir. Se las sabe todas. Es cuestión de decidirse. Un día un camino, al dia siguiente, el próximo.

4. De todas sus Itacas, es la de sus entrañas la de más difícil acceso. El camino más arduo, la promesa más vaga.

5. Lo quiere todo. Lo merece todo. Heroína y víctima. Los hilos en sus manos. Las agujas rotas. Sueños al alcance de las puntas de sus dedos. Cansancio.