Hace casi diez años que escribí mi última entrada en este blog. No sé por qué dejé de escribirlo, pero confieso que en un década son muchas las cosas que han cambiado en mi vida, en todos los aspectos.
Mi hijo creció y es un hombre hecho y derecho. Ya no es mi angelito con cachos. El desposado, ya no me atormenta la existencia: se fué a atormentar a otra hace seis años. Y yo he reconsiderado mi posición respecto a muchas cosas, a pesar de seguir siendo, en escencia, la misma persona.
Regreso al blog. Vuelvo. Y comparto hoy con tres gatos, si es que llego a ese número de lectores de estas líneas, lo que siento después de navegar varias tormentas que me dejaron rendida, pero cuyos escombros sirvieron para reconstruir, reinventar, y reforzar a la mujer que hoy teclea, ya no como guerrera, sino como experta capitana de una nave dispuesta a llegar como sea a su propio puerto.
Ese puerto soy yo. Donde quiera que me encuentre. Un cuarto de siglo pasó mientras soñaba con regresar al punto de partida, para darme cuenta que no hay vuelta atrás. El tiempo marcha en una sola dirección y no soy yo la única que ya no es como era.
De tanto reinventarme me convertí, como tantos otros emigrados en un collage de lugares y de gentes. En un rompecabezas sin solución, porque las piezas van cambiando con el tiempo. Lo mas duro es aceptarlo.
Mi última exposición como artista, a finales de 2024, la bauticé:" El Presente de una Especie en Adaptación." En ella exploré a través de mi obra el tema de la adaptabilidad en un entorno desconocido y la transformación que sufrimos todos los seres vivos para adaptarnos y sobrevivir en nuestro nuevo contexto.
Cada migrante tiene sus propias razones por
las que quiere o necesita emigrar. Cada quien también tiene un determinado
proceso para adaptarse o no a su nuevo entorno. Por eso, y por otras razones
que no vienen al caso, hay especies en la naturaleza que se han extinguido y
otras que se han adaptado adecuadamente. El camino evolutivo de estas especies
conduce a cambios que les permiten sobrevivir en un nuevo ambiente que a menudo
les es hostil, sobre todo al principio. La aceptación de las nuevas condiciones
que les rodean y la voluntad de preservar la especie son cruciales en ese
proceso de adaptación, lo cual significa aprender nuevas costumbres, sabores, olores, idiomas. Este proceso
suele ser largo y doloroso, sobre todo, si uno se aferra al pasado y a lo
conocido. Para tener éxito y lograr sobrevivir, no nos queda más remedio que
utilizar nuestras capacidades personales para superar las circunstancias que
nos rodean e invertir nuestra energía en nuestra supervivencia.
De eso se trata este 2025. No tenemos mas remedio que evolucionar, mutar, mimetizarnos, crecer, empoderarnos, aunque en ese interim se desmorone todo lo que hasta hoy nos sostuvo.
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