Soy toda oídos Sr. Corazón...cuénteme de su infortunio...a ver si no es el eterno cuento de nunca acabar...aunque quizá, a pesar de ser el mismo, ud. lo cuenta diferente, o por lo menos digiere el asunto con un poco mas de paz...
Ay, señorita Cometa, yo no le voy a dar los detalles que deben ser de un aburrimiento infinito porque siguen repitiéndose por los siglos de los siglos y a pesar de saber todos los trucos, mis hermanos y yo seguimos dejándonos acribillar, exprimir y mallugar. Ninguno aprende...
Yo he sido vapuleado desde muy joven, asi que he estado escondido. Y asi pasaron muchos años sin dejarme tocar mucho. Pero un dia de esos en los que lo agarran a uno medio descuidado... zuas! se me metió un ladrón por una rendija, y desde adentro abrió seguros y cerrojos. Yo tenía tanto tiempo sin ver el sol o respirar aire fresco q me emocioné...digamos que enloquecí...que el aire fresco y el sol me drogaron como LSD y me perdí en una tripa de ensueño, en un delirium tremens.
Me salieron alas Srta.! Y de repente en pleno vuelo...pufff! bang! flop! el ladrón me acribillo y caí sangrante al piso, con las alas llenas de huecos.
Mi dueña se ha esmerado en hacer limpieza y recoger mis pedacitos. Pero le digo! el desastre que quedó!
Como vé soy un amasijo coagulado y aun sangrante. Pero ella me proveerá de cuidados adecuados. Lo que me temo es que para evitar que le pasen factura por otro desastre de estos, ella va encerrarme esta vez para siempre donde nadie pueda verme o saber de mi existencia y no volverá a dejarme salir. Es que le duelo mucho, sabe? una tremenda y cara inversión un Corazón así como yo, tan fino y delicado...y tan pendejo...
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