miércoles, 22 de diciembre de 2010

Querido Niño Jesús...


Ante todo, déjame aprovechar para darte las gracias por todas las cosas lindas que me trajiste este año 2010. El viajecito a Tailandia, el cambio de escuela de mi angelito con cachos, el verano con la familia rodeados de agua, los 20 kilos menos, el autoconocimiento, mi blog, la fortaleza para aceptar mis virtudes y defectos, los amigos que llegaron y los que se fueron (porque siempre nos dejan algo), la salud, el amor de mi familia, la fiesta de navidad venezolana, mis hallacas, mi pan de jamón, mi hogar. Sobre todo, gracias por permitirme vivir en la civilización y que mi hijo crezca en libertad y con la posibilidad de hacer cosas maravillosas en su vida. Por todo eso gracias, gracias. Espero que me sigas regalando cosas bonitas durante el 2011 y que me ayudes a controlar los impulsos de leer la prensa venezolana a diario para evitar que me dé una úlcera.
Justamente de eso quería hablarte ahora que ya te agradecí. Me puedes explicar que pasó con los deseos de los millones de venezolanos que llevan 12 años pidiéndote que los salves de la marea roja? Te participo que cada año somos mas los que tenemos el mismo deseo. Es más, el deseo, que antes era tan inocente como ganar unas elecciones honestas, se convirtió en una súplica y está en vias de transformarse en obsesión por la desaparición del mapa del mono rojo y su corte de focas. Te participo que no soy la única que alberga deseos mortales para con esos animales. El bicho ese ha sembrado tal grado de odio en nuestro, hasta hace poco, pacífico pueblo, que en cualquier momento estalla una rebelión civil, porque ya no les queda otra salida vale. Mira, el país está que arde. Los abusos son extremos. Te puedo decir que la cosa está tan grave que para estas fechas el año que viene la gente no podrá ni comprar los ingredientes de las hallacas, no solo por los precios, si no porque probablemente no se hallarán los ingredientes en ninguna parte del territorio nacional. Creo que van a tener que hacer pastelitos de barro envueltos en hoja de plátano, como para hacerle honor al recuerdo.
Y yo que soñaba con regresar algún dia...
Este año, además de pedirte que nos siga yendo bien a mi y a mi familia, te suplico que escuches a l@s millones de venezolan@s para que el año que viene, puedan celebrar la Navidad en el color de su preferencia.
Muchas gracias,
Con el cariño de siempre,
YO

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